- patinadores en el río congelado -
Es la segunda vez esta semana que corro 8 km con 7 bajo cero... una sensación fantástica! A pesar de que prefiero la calor al frío, correr con ese aire gélido y el sol de invierno te da un shot de adrenalina. Pero hay que ir bien abrigado. No necesito mucho, y lo mejor suele ser un sistema de capas: un maillot de correr, camiseta manga corta, camiseta térmica de manga larga, un jersey fino de fleece, un par de calcetines, tapaorejas, guantes y zapatillas de deporte. Incluso me entró calor.
La ruta junto al Río Rotte -aquí en la foto- resulta un placer visual, tanto en invierno como durante el resto del año. Fue maravilloso correr en la orilla junto al agua helada, y disfrutar de los patinadores que cruzaban el río. Una imagen casi idílica, que parece sacada de las pinturas clásicas antiguas.
Siempre he creído que los holandeses nacen con los patines puestos. Cuando la temperatura baja de cero unos días y los ríos, canales y lagos empiezan a helarse, una locura colectiva se apodera del país. La llamada "Fiebre de las once ciudades", traducido literalmente. En la última semana, las posibilidades de que se celebrara el "Elfstedentocht"casi llegaron a ser reales. Esa competición sobre hielo natural en Frisia, un clásico de 200 km que pasa por once localidades frisonas, mantuvo varios días a todo el país en vilo. Como la última vez tuvo lugar en 1997, la mayoría de holandeses estaba esperando poder celebrarla de nuevo este año.
Las noticias en los periódicos y en la televisión no comentaban otra cosa: el grosor del hielo en cada tramo, si llegaba a los 15 cm requeridos, los puntos débiles de la ruta, entrevistas. Sin embargo, ayer comunicaron en una conferencia de prensa que no podía realizarse. No era seguro para los miles de participantes. Una desilusión para muchos y para los miles de holandeses que iban a trasladarse a Frisia como espectadores. Pero la realidad es que en muchas zonas de Holanda podrá patinarse perfectamente hasta el fin de semana. Hay que aprovechar esta última oportunidad, ya que a partir del domingo van a subir ligeramente las temperaturas.
Ahora el río de cerca de casa tiene una gruesa capa de hielo de unos 10 cm de grosor y puede patinarse perfectamente. El pasado fin de semana, el grueso de hielo era insuficiente en algunos tramos y por ello resultaba peligroso. Durante los últimos días algunos voluntarios se han dedicado a limpiar la nieve y trazar una ruta de varios km por el río. Incluso va a celebrarse otra competición por esta zona de ríos y lagos. Los participantes pueden decidir cuántos kilómetros patinan, con un máximo de 200 km. A lo largo del río ya se han colocado unas casitas donde marcan con un sello especial las libretas de los competidores.
Cuando corría y miraba a la gente deslizándose por encima del agua congelada me entraron unas ganas enormes de juntarme con ellos. Y a pesar que no domino mucho la técnica y siempre me da miedo caerme, he decidido que mañana me apunto a la fiesta. A poder ser en grupo, es mucho más divertido.
Y, por supuesto primero, prontito por la mañana unos kilómetros de footing para no perder la costumbre. Así que, a disfrutar de lo que nos ofrece el invierno! Para mí, lo mejor de Holanda es el hielo natural, es el alma del país. Calidez invernal entre ese frío nórdico.