El tiempo vuela, dicen...
Hoy celebramos en el trabajo la despedida de mis becarias favoritas: Lieve y Sofie. Nos trajeron madalenas caseras, en moldes de papel de colorines: amarillo vivo, lila, verde, fuxia. Tomamos café todos juntos en la cantina, las chicas sonreían y tenían ese brillo en los ojos que muchos pierden con el tiempo.
Han pasado muchas jóvenes becarias por mi trabajo, pero con éstas siempre siempre he tenido algo especial. Lieve tiene el pelo rubio-dorado de princesa de los cuentos, y su nombre significa "querida". Proviene de 'lief', en el diccionario lo traducen como 'cariñoso', 'amable', o 'dulce', 'encantador'. Un nombre que aquí no se estila mucho, pero sí en Bélgica. Es una chica amable y sencilla. Sofie siempre sonríe, y tiene una frescura y naturalidad que desarma. Espero que lo conserven durante su vida, es algo muy preciado.
Y, aunque las despedidas siempre son difíciles, todos sabemos que sólo es el comienzo de algo nuevo. Otras personas, lugares, vivencias... y así crecemos y aprendemos en la vida.