viernes, 16 de septiembre de 2011

Charlie y Picasso


Le gusta el arte, está claro. Hace unos días escribía sobre Charlie, y el otro Charly de la famosa canción y sus ansias de libertad.  Al cabo de una media hora oí un curioso aleteo y, como por arte de magia, de repente lo vi volando por el comedor! Se escapó de la jaula por un pequeño agujero bajo el comedero.

Primero chocaba contra los cristales de la puerta corrediza, así que cerré los visillos. Luego empezó a volar de una punta a otra de la habitación, quedándose colgado en las cortinas, y chocando contra la librería y otros objetos. Al final aterrizó en el marco de mi póster "Sleeping Woman" de Picasso, y allí se quedó varias horas...

Creo que un ángel protegió a Charlie. En esta época del año acostumbramos a tener la puerta abierta y , por suerte, en aquél momento permanecía cerrada. Han pasado varios días y ahora puede volar libremente por el comedor. Su pequeño mundo ahora es mucho más amplio. Al igual que las personas, los pájaros también necesitan espacio de vez en cuando.